El espíritu del punk rock se apoderó una vez más de Valle Guarco durante el pasado fin de semana de una manera que pocos podrían haber anticipado. En medio de una escena underground que ha visto bandas de todo el mundo, visitar la cervecería en Cartago; desde Canadá hasta Australia, desde el Reino Unido hasta México, El Salvador y Panamá, finalmente llegó el turno de Argentina de hacer temblar los cimientos del punk en este rincón de Costa Rica. Y lo hicieron con una propuesta que dejó a todos boquiabiertos: los RAMONOS.
¿Quiénes son los RAMONOS? Más que una simple banda de tributo, son cuatro simios enmascarados que rinden homenaje a una de las bandas más icónicas del punk rock: Ramones. Pero su propuesta va más allá de la música. Con sus singulares máscaras de monos, los RAMONOS han logrado lo que pocos pueden presumir: convertir su show en una experiencia original y cautivadora que trasciende los límites del escenario.

Tras venir de su exitosa gira por México, donde encendieron los escenarios en 7 presentaciones apasionantes, los RAMONOS aterrizaron en Costa Rica con un total de 3 fechas electrizantes. Pero eso no era todo, ya que su sed de punk los llevaría de vuelta a México para otro tramo de su gira con 5 fechas adicionales. Luego de su primer presentación en suelo tico (Viernes, en el Sótano), la banda llegaría a Cartago con un evento, meticulosamente organizado por Valle Guarco y Twistin Bones, el cual generó un fervor inigualable entre los amantes del punk, atrayendo a una multitud ansiosa de disfrutar del espectáculo.
La noche comenzó con la enérgica actuación de la banda local Balas Perdidas, quienes han estado trabajando incansablemente en su proyecto. Su música de street punk y sus letras con un mensaje directo y visceral no dejaron a nadie indiferente. El público pudo notar claramente el esfuerzo y la dedicación que han puesto en su trabajo cuando subieron al escenario, y su actuación fue un presagio de la intensa noche de punk que estaba por venir.
A pesar de un pequeño inconveniente con el sonido, la banda Los Cuchillos demostró una vez más por qué son una fuerza imparable en la escena del garage surf. Con su música enérgica y contagiosa, lograron poner a bailar a los asistentes y elevar la temperatura del lugar. Los Cuchillos nunca defraudan en el escenario, y su actuación fue una muestra de su capacidad para transmitir una energía pura y cruda a través de su música.

Con el escenario adecuadamente calentado, llegó el momento culminante de la noche: la esperada actuación de los RAMONOS. Los simios enmascarados subieron al escenario, un escenario, adornado con luces intermitentes y videos de los Ramones proyectados, dio la bienvenida a los espectadores ansiosos de emociones fuertes. Y los RAMONOS no decepcionaron. Desde el primer acorde, el público se fue sumergiendo poco a poco en energía y euforia. El sonido crudo y poderoso de la guitarra, el ritmo frenético de la batería y la actitud desenfadada pero apasionada de los músicos hicieron que cada canción fuera un himno punk en sí misma.

Pero lo que realmente distinguió a los RAMONOS de cualquier otro tributo fue su imagen. Las máscaras de monos, que escondían sus identidades, añadieron un elemento de misterio y teatralidad a su actuación. A través de sus gestos y movimientos, los simios se apoderaron del escenario, interactuando de manera juguetona con el público y transmitiendo una sensación de diversión y liberación que es fundamental en el punk.
Cada canción era recibida con entusiasmo por la multitud, que coreaba las letras a todo pulmón y se sumía en el slam característico del punk. La energía en el lugar era palpable, y la unión entre los asistentes creaba una sensación de comunidad que es esencial en la cultura punk.

El punto culminante de la noche fue, sin duda, cuando los RAMONOS interpretaron “Hey Ho, Let’s Go”, el himno por excelencia de los Ramones, pero con su slogan “Hey Ho, Mono!” El público se convirtió en un coro gigante, gritando esas icónicas palabras que han resonado en los corazones de los amantes del punk durante décadas.
En resumen, la visita de los RAMONOS a Valle Guarco fue un evento de punk rock que quedará grabado en la memoria de todos los presentes. No solo entregaron un tributo apasionado y fiel a los Ramones, sino que lo hicieron con una originalidad y un sentido del espectáculo que lo elevó a un nivel completamente nuevo. Los simios enmascarados demostraron que el punk no solo es música, sino una actitud, una forma de vida y, sobre todo, una experiencia que nunca se olvida.
*Agradecemos a los organizadores por la invitación!!!


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