Máquinas Suicidas!!!

El pasado domingo 11 de mayo, el histórico barrio Amón se sacudió con pura energía al estilo ska punk en el mítico Amon Solar. Todo gracias a Stand Up Productions, que logró lo que muchos fans del género llevaban esperando décadas: la primera visita a Costa Rica de The Suicide Machines, legendaria banda de ska punk oriunda de Detroit.

Desde temprano se respiraba una vibra especial. La puntualidad fue clave: el evento arrancó como estaba planeado, con un set sólido de Cheets & Reynolds, quienes pusieron a tono el ambiente.

A eso de las 8:30 p.m., sin rodeos ni largas esperas, The Suicide Machines tomaron el escenario y desataron una avalancha de nostalgia y euforia con su track SOS. Durante una hora intensa, la banda repasó varios de sus clásicos que marcaron a toda una generación, especialmente a quienes crecimos en los 90s con videojuegos como Tony Hawk’s Pro Skater, donde más de uno los conoció por primera vez.

El público, compuesto en su mayoría por veteranos de la escena del ska punk, bailó, pogueó y cantó a todo pulmón. Aunque el set pudo parecer corto para algunos, fue lo suficientemente explosivo y emotivo como para dejar a todos con una sonrisa tatuada en el rostro.

No faltaron los momentos icónicos: himnos como New Girl y Break the Glass hicieron temblar las paredes del Solar, mientras el sudor, los coros y la conexión con la banda transformaron el concierto en una noche para el recuerdo.

Y como si fuera poco, Stand Up Productions no planea bajar el ritmo. La próxima gran cita es este 1 de junio, cuando por primera vez en Costa Rica se presentará la legendaria banda inglesa BUZZCOCKS, también en Amon Solar. Las entradas ya están disponibles en startickets.cr, y si algo nos enseñó este domingo, es que estos shows no se pueden dejar pasar.

En conclusion, tuvimos una noche corta pero poderosa. La visita de The Suicide Machines fue una descarga perfecta de ska punk directo al corazón de una audiencia que llevaba años esperando. Costa Rica respondió como se debe, y todo apunta a que el ska punk sigue vivo y moviendo los cimientos nuevamente.